miércoles, 11 de marzo de 2009

Con la cabeza en su sitio

Siempre que aparecía esa chica acababa perdiendo la cabeza y se comportaba como un tonto. No fallaba. Se decía una y otra vez que la próxima vez sabría mantener la cabeza en su sitio pero nada, acababa igual: los demás se reían de él, amigos y todo. Y se iba poco a poco haciendo pequeñito hasta que desaparecía cuando nadie reparaba en él.

En casa se ponía delante del espejo, se miraba en él y se decía cosas y se imaginaba enseñándole a la chica lo mucho que valía -como hacía todo el mundo en las películas-. Al final acababa creyéndoselo y dejaba de preocuparse. Luego estaba con los amigos en el patio, haciéndose todos los duros y tratando de impresionarse los unos a los otros. Todos en plan gallito, a ver quién podía más, quién era el líder.

Y entonces aparecía ella. Y todos sabían qué iba a pasar. Lolo trataría de mantener la calma. Tania se le acercaría, le quitaría el geyperman, le arrancaría la cabeza, y la tiraría al otro lado de la valla del colegio.

2 comentarios:

Ñocla dijo...

Imaginación al poder!!! Se ve que el geyperman "con su poderoso giro se cintura" no servía para dar confianza al pobre Lolo, todo lo contrario...

Van dijo...

ké krueles las mujeres...