Quería volar como las águilas que acechaban en los cielos de su tierra. Poder alzarse sobre las nubes y escapar de toda esa gentuza que le rodeaba. Mediocridad. Envidia. Avaricia... Cualquiera de esas palabras los describía con franqueza. La vida del campo era dura pero había sitio para todos. Y aún así, esa tierra que amaba era explotada y violada sistemáticamente.
Eso de ahí era un cebo envenenado. Algo cruel y que mataba indiscriminadamente. Le daba ganas de vomitar.
Y vomitó. Vomitó sangre y partes del cebo a medio digerir. Sólo era un zorro más.
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