viernes, 19 de octubre de 2007

Cabrón

Que no. Que no iba a decirlo. No le iba a dar esa satisfacción al cabrón que tenía delante. Estaba harta de esa cara de salido, de ese hijoputa que la trataba como si fuera una mercancía y no una persona. Estaba harta de ese tipejo que no paraba de decirle lo que tenía que hacer, que le pedía el dinero que ella había ganado honradamente a cambio de... ¿a cambio de qué? Si les hacía lo mismo a otras mujeres y ninguna conseguía nada en limpio. Pero se iba a acabar. De esta vez no pasaba. Puerta. El mierda ese sólo se merecía que le dejase por otra persona que realmente pudiese darle lo que se merecía.

- Mire, que no. Que me cambio de autoescuela.

No hay comentarios: