sábado, 7 de febrero de 2009

No más bailes

Sonaba su canción de nuevo y ya estaba cansada de salir a bailar con cualquiera que se lo insinuase mínimamente. Ya no era la cría irresponsable de antaño y quería elegir a sus parejas pero siempre estaban con lo de la obligación, lo de la responsabilidad y lo de que ella era especial, no como las demás.

Pues estaba harta. Harta de hacer caso a sus padres, de que decidieran por ella con quién tenía que bailar, de tener que acatar las normas. Estaba harta de bailar, de bailar con cualquiera, de bailar con todos.

Corría el año de 1352. Misteriosamente, la peste negra remitió.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Menos mal que se hartó de bailar, fue toda una suerte.