viernes, 20 de febrero de 2009

Dejando el alcohol

Desde luego Miguel había elegido un mal día para dejar el alcohol. En cuanto llegó a casa de Chisuca y vio a todo el mundo borracho perdido supo que la había cagado. Ufff. Respiró hondo y pensó en qué debía hacer. ¿Se quedaba? ¿Se iba a casa...?

Dijo a Chisuca que se tenía que ir un rato -seguro que se le olvidaba en un momento de lo ciega que iba-. Se subió al coche y condujo hasta su casa. Aparcó en el garaje y dejó el coche encendido. Poco después llegó con dos cajas de botellas y las guardó el coche. ¿Cómo se las había podido dejar olvidadas?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Memoria corta o quizá el subconsciene le había traicionado.