jueves, 19 de febrero de 2009

Fallando

No le cuadraban las cuentas. A pesar de ir haciendo todo tal y como contaban los manuales, se le descuadraba la contabilidad. Más gastos de lo esperado por aquí, cosas no desgravables por allá. Un jaleo a todas luces.

Y su empresa seguía sin levantar cabeza. La idea era buena de cojones, eso estaba claro. Sobre el papel era perfecta, pero a la hora de conseguir colaboradores, todo se jodía. Utopía tendría que esperar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No será la primera ni la unica vez que utopia tenga que esperar... la realidad esta pisando el suelo, aunque no esta mal soñar, pero siempre conscientes de que estamos soñando.