sábado, 31 de mayo de 2008

Ocaso

Tumbado en esta roca admiro emcionado lo hermosas que son las nubes. Las montañas, majestuosas, se difuminan hacia el horizonte de poniente. Y los cúmulos que vienen desde el norte las empequeñecen.

Pronto se pondrá el sol. Y aunque debería estar bajando al campamento, no lo haré. Pocos hombres han disfrutado del último día de su vida como lo estoy haciendo. Roto, sobre una roca de las montañas que amé.

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