viernes, 9 de mayo de 2008

Tapando

Siempre se había preguntado por qué los verdugos llevaban una capucha que les ocultaba por completo la cabeza. Ahora lo sabía. De no ser por la tela negra que le cubría la cabeza los asistentes a la ejecución hubieran visto su rostro de pánico en el momento de la ejecución, en el instante en el que el ya difunto le miraba más allá de los ojos y sonreía.

No hay comentarios: