sábado, 10 de mayo de 2008

Profesional

Los pellejos se mezclaban con huesos y algo pegajoso por todo el suelo. En sus más de treinta años de profesión jamás había visto un espectáculo tan desolador. En momentos como éste sentía ganas de dar media vuelta y mandar a la mierda su trabajo; ¿cómo podía haber gente así? Pero era una profesional y no iba a permitir que su estómago le arruinara el trabajo.

Se colocó una mascarilla, recogió su pelo bajo un gorro de papel y se enfundó sendos guantes de látex. Cogió sus herramientas y comenzó a barrer los restos de altramuces y aceitunas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

KABROOOOOOOOOOOOONAZOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
JAJAJAJA
me la has jugado otra vez!
KÓMO LO HACES?¿?¿

Anónimo dijo...

Ya tamos... liando a los que te leemos. ¿Donde esta el cadaver? jajajaja. Genial