martes, 6 de mayo de 2008

Durmiendo bajo la nieve

Bajo la fina capa de nieve dormían escondidos del frío del invierno. Los pinos crecían alrededor del claro y, mientras que unas plantas habían muerto, otras se aferraban a la vida en forma de bulbos que rebrotarían con el deshielo. Sus botas hacían un ruido suave, tenue, al hollar la nieve virgen, y se sentía afortunado de trabajar en un lugar tan hermoso, tan tranquilo.

Esperaba ver florecer los lirios en un par de semanas. Se encendió un cigarrillo y siguió caminando por el borde del claro. Al fondo se veían las cumbres nevadas doradas por el sol de las primeras horas de la mañana y el día se prometía despejado. Cuando se terminó el pitillo, lo apagó en la nieve y guardó la colilla entre los cordones de su bota. Ya estaría su desayuno. Se dirigió hacia el pequeño edificio de hormigón y entró.

Mientras bajaba por las escaleras pensó que qué hermoso sería que jamás vieran la luz del sol los misiles que custodiaban.

No hay comentarios: