martes, 25 de diciembre de 2007

Desde las sombras

Últimamente las cosas no me van muy bien. Tengo que hacer algo pronto o me encontrarán y entonces ya será demasiado tarde. ¿En quién puedo confiar?

Las horas se oscurecen mientras espero atrapada en mi jaula de muebles viejos y polvo. Pronto llegará mi segunda noche aquí y quizá sea la última que pase en libertad. O viva.

Tengo bastante hambre. Día y medio sin probar bocado. No estoy acostumbrada. Una persona puede vivir cerca de un mes sin comer nada. Pero necesita beber, lo he leído en algún sitio. En el desván sólo hay recuerdos. No puedo salir de aquí. No debo.

Por la ventana aparece una calle ancha y mal iluminada. No pasa nadie andando, sólo algún coche. Podría salir, pero, ¿a dónde iría? Mejor me quedo. Esperando.

Esperando.

Esperando...

Puedo ver mi cuerpo encogido en el suelo frente a mí. Aguanté seis días. O cinco. Cinco, creo. Logré que no me encontraran pero ahora estoy muerta y no me gusta. Quiero volver. Volver a vivir. Aunque me encuentren. No me gusta esta sensación de no ser nada.

Llevo tres días y no puedo volver. Mi cuerpo se hincha. No puedo moverlo, no tengo manos ni brazos. No me puedo alejar. Quiero que vengan y se lo lleven. No quiero morir.

¿Morir? No entiendo lo que digo. ¿Quién soy yo? ¿Por qué tengo consciencia? No soy nada y, sin embargo, existo.

Existo.

...

No hay comentarios: