sábado, 17 de noviembre de 2007

Y seguía nevando

Y seguía nevando. Otra noche más. Las ramas de los árboles comenzaban a doblarse y algunas se rompían con horribles chasquidos. En sus madrigueras, los animales cerraban sus ojos para morir en paz, sin aire para respirar.

¿Era hermosa la muerte?

No hay comentarios: