lunes, 5 de noviembre de 2007

1 000 000

Su amiga -una perra- dormía acurrucada junto a la hoguera. El aire de otoño era fresco y claro y el cielo negro se veía salpicado de millones de puntos de diverso brillo y color. La lanza reposaba apoyada en una roca y el riachuelo rompía el silencio con su cantar colina abajo. Dejó una ardilla sobre unas brasas y se comió unas bayas mientras observaba el amanecer de una luna casi llena. Un rato después soñaba que se caía de un árbol.

Sucedió en Madrid hace exactamente un millón de días.

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