lunes, 19 de noviembre de 2007

El impulso

Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. El tictac del reloj la estaba volviendo loca. En su habitación, a oscuras, metida en la cama con las sábanas subidas hasta la frente y el tictac que no dejaba de sonar. Aunque se tapase los oídos con la almohada. A su lado, el desconocido que se había traído a casa respiraba suave y plácidamente. Ojalá roncase, así no oiría el tictac que se le clavaba en el pensamiento.

Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Las manecillas fosforescentes marcaban las cuatro menos cuarto de la mañana. En la calle una gata maullaba mientras se oía a unos gatos pelearse entre cubos de basura. Tic. Tac. Tic. Tac. Y el cabrón de al lado durmiendo como un bendito. Hijo de puta.

Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Sólo habían pasado diez minutos más. Aflojó los puños. Se le estaban clavando las uñas. Llevó la mano izquierda a la boca y lamió la palma. No sabía a sangre. Acercó su cara al rostro del chico y respiró el aliento dulzón de un borracho. Sentía asco. Asco y envidia de aquel cabrón que se la había tirado y ahora dormía como un bebé mientras ella daba vueltas en la cama llena de angustia. Y ni un puto abrazo le daba, ni unas palabras reconfortantes.

Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Las cuatro y cinco. No aguantaba más. Quería llorar o gritar o matar. Ese hijo de la gran puta no se iba a salir con la suya. Eso no iba a quedar así; ¿se había creído que podía venir a follársela a su cama y luego dormirse mientras ella se volvía loca? Tic. Tac. Sabía que era una locura hacerlo. Tic. Tac. Encendió la luz. Iba a cometer una estupidez. Seguro que se arrepentiría mañana. Toda su vida. Tic. Tac. Abrió el cajón de la mesilla con cuidado de no hacer ruido y sacó una navajita...

El sol debía estar muy alto cuando se despertó, entraba con fuerza por las rendijas de la persiana. Instintivamente miró el reloj. Marcaba las cuatro y cinco. Al lado, junto a la navaja, un par de pilas. Se giró y acarició la entrepierna del hombre. Ya se inventaría una excusa para faltar al trabajo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder macho, increible!!!!!!