martes, 18 de septiembre de 2007

El fugitivo

Solía subir todas las noches a mirar las luces de la ciudad que titilaban al fondo del valle. Recordaba tiempos felices, momentos aciagos, risas, sexo, brumas de vino y opio y el brillo del acero que le alejó para siempre de su amada tierra.

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