viernes, 28 de marzo de 2008

Un rato más

Entre sus brazos se sentía segura. Su pecho se hinchaba y deshinchaba al ritmo de su respiración. Le gustaba sentir el vello de su pecho en la mejilla cuando él dormía. Como ahora. Bajo la luz suave de la lámpara se veía más guapo que nunca. Acarició la barba que crecía descuidada en sus mejillas y cerró los ojos. Un ratito más. Sólo eran y cinco.

En lo que pareció ser un instante llamaron a la puerta y se incorporó de un salto. La enfermera se asomó para decirle que debía abandonar la UCI.

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