No siempre tenía razón el profesor. Pero ahora sí.
Al principio siempre tenían en cuenta lo que decían los mayores como si fuera la verdad indiscutible, pero poco a poco fueron viendo cómo el profesor se enfadaba sin tener razón, regañaba a un niño por algo que no había hecho o les castigaba a todos porque alguien había hablado en clase y la noche anterior había perdido la Real Sociedad. Y la semana pasada se había equivocado con una cuenta en la pizarra y mandó callar a Pablo cuando le dijo que estaba mal hecha.
Y ahora, encerrado en un maletero, sabía que el profesor tenía razón.
Al principio siempre tenían en cuenta lo que decían los mayores como si fuera la verdad indiscutible, pero poco a poco fueron viendo cómo el profesor se enfadaba sin tener razón, regañaba a un niño por algo que no había hecho o les castigaba a todos porque alguien había hablado en clase y la noche anterior había perdido la Real Sociedad. Y la semana pasada se había equivocado con una cuenta en la pizarra y mandó callar a Pablo cuando le dijo que estaba mal hecha.
Y ahora, encerrado en un maletero, sabía que el profesor tenía razón.
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