sábado, 22 de marzo de 2008

Despedida de soltero

Su whisky con hielo se había convertido en un caldo amarillento con una patata frita acostada al fondo de la copa. Metió los dedos y la sacó. Era una de esas onduladas y ahora parecía de goma. La lanzó hacia la pared, donde se quedó pegada. Luego dio un sorbo a la copa y lo escupió dentro.

La verdad es que, para ser una despedida de soltero, era una puta mierda. No es que hubiera estado en muchas. Vamos, esta era la primera, pero al menos se suponía que tenían que pasárselo bien. Y es que después de las risas, todo se había venido abajo.

Y es que mira que era mala suerte que de la tarta sorpresa saliese desnuda la madre del novio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajajajajajajajaja