No tenía pensado quedarse más de dos días en casa de su hija. Y no quería que lo viesen como un objeto molesto, así que bajó a comprar el pan y un periódico para pasar las horas hasta que llegasen sus nietos del colegio.
Un día y medio más tarde ya estaba ingresado en la residencia Paraíso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Real como la vida misma :(
Enhorabuena!!!
Publicar un comentario