El silencio quiere extenderse sobre mis palabras como un manto helado del invierno en Guadalajara. Tierra que sufre porque está viva y se seca entre nuestros dedos mientras nos miramos las manos con gestos de pena e inoportunidad. No. No lloraré esta tierra.
Llueve. Suave, fría. La lluvia cae sobre la estepa. Se escucha el silencio.
domingo, 17 de febrero de 2008
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