viernes, 22 de febrero de 2008

¿Una pesadilla?

Corría y corría y no se movía del sitio. Era angustioso. Cuanto más rápido corría, más se cansaba, pero todo lo que le rodeaba seguía igual, no se movía un milímetro. Si se quedaba quieto, tampoco se movía. Y aquel niño con pantalones cortos y pelo cortado a lo tazón seguía mirándole fijamente.

A Mariano le encantaba observar a su nuevo hámster.

No hay comentarios: