No era cómo conducía el chófer. Tampoco es que la carretera fuese mala o tuviese muchas curvas. Y no se sentía mareado ni con náuseas. Pero el viaje no le estaba gustando nada. Es lo que tenía despertarse siendo el protagonista de una comitiva fúnebre.
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1 comentario:
Muy macabro, pero genial
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