domingo, 10 de agosto de 2008

Crujiente

Metió la mano en el bolsillo del interior de la solapa del abrigo. Algo crujiente. Sonrió.

Le encantaba eso de meter la mano en un bolsillo del abrigo y encontrarse con un dinero que no esperaba. Dos billetes de 50€, ni más ni menos. Y con un post-it pegado con una dedicatoria de Laura. Qué detallazo.

Con sorpresas así lo cierto es que no daba pereza salir a trabajar estas mañanas de invierno. Y ya era el segundo abrigo que levantaba de un bar en lo que llevaba de día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te superas día a dia