sábado, 30 de agosto de 2008

Noche de juerga

Un poco de salsa de tomate, dos rebanadas de pan de molde -una era una tapa- y un quesito y medio. Esa iba a ser su cena. Visto así, sobre la mesa, la idea de lanzarse a devorar esa comida no resultaba muy atractiva, pero llevaba toda la noche por ahí fuera y ahora, de vuelta en casa, el hambre apretaba.

Lucas se quedó aún unos minutos mirando fijamente la comida antes de decidirse. Finalmente pudo más el hambre y se lanzó desesperado a engullirlo todo. Luego se tumbó en el sofá frente a la tele y enseguida se durmió.

Por la mañana le despertó su padre con una bronca. No tuvo más que mover el rabo y lamerle un poco para que le perdonara.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Quién es Lucas? me recuerda a alguien... pero ese no se va de juerga, no porque no quiera, sino porque no puede. jejejejejeje