viernes, 8 de agosto de 2008

Silvia no quiere ir a la guardería

Era la misma historia todos los lunes: Silvia diciendo que no quería ir a la guardería y su madre haciéndole entrar en razón. Después, ya más tranquila, su madre le acercaba con el coche, le daba un beso, y a cntinuacióno se iba a hacer la compra. Silvia se acercaba entre los chillidos de los niños a la guardería, saludaba a los profesores, se metía en su clase y se sentaba en su sitio. Y a aguantar un día más.

A menudo Silvia se preguntaba por qué se había hecho profesora.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Parece que te voy conociendo, intuí el final :D, eso indica que el cuento esta genial jejejejeje