sábado, 19 de abril de 2008

Prejuicios

Era una extraña superficie de un tono rojizo muy oscuro, mate. Pasando el dedo era lisa, suave, fría. No tenía nada que le hiciera pensar que fuese tan especial como decían. Pronto se aburrió y lo dejó estar. Y se fue a hacer sus cosas.

Así era la vida al otro lado del espejo.

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