viernes, 9 de enero de 2009

Sin agua

No iba a ser suficiente el agua que quedaba en el fondo de la botella. Toda la vida disfrutando de abrir un grifo y disponer de cuanta agua quisiera y esa misma mañana su mundo se le había venido encima. No tenía agua. Sintió su boca reseca, pastosa. Su lengua era como un calcetín y la cabeza le daba vueltas.

¿Cómo iba a tomarse el Gelocatil?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues si no hay agua, habra que...

Anónimo dijo...

Onde ta mi cuento de oi vierne??