sábado, 10 de enero de 2009

Kissy

Cuando una persona tiene tiempo para pensar mientras se le escapan las últimas gotas de vida entre los dedos recuerda con amargura todo aquello que no pudo hacer. Castillos de arena construidos durante toda una vida que se desmoronan con la última marea y todo quiere desaparecer.

Kissy quería comerse otro queso y dormir junto a su mamá.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin palabras (siento no saber describir como tú lo que siento)... :)

Anónimo dijo...

Pero Kissi estará ahora en el cielo de los perritos, jugando con sus amiguitos y entre ellos seguro que hay una gran amiga Gunita. Desde ahi vigilará a sus hermanitas y su mama. Un beso para Kissi desde aqui

Anónimo dijo...

simplemente "gracias", aunque ya te las tenía que haber dado antes...