miércoles, 21 de enero de 2009

Buscadores

Llevaba años sin entrar en Internet y no se sabía la dirección de ningún buscador. Todo era tan distinto ahora... Deseaba encontrar a su hija después de tantos años. Debió haber pensado en eso antes de dejarlo todo e irse a la estepa de Mongolia. Pero no, la paternidad le vino tan grande que no supo tomar la decisión adecuada. Y ahora se arrepentía.

Manos a la obra. Lo primero era encontrar un buscador. Pidió ayuda al chico encargado del local que, sin mostrar ningún tipo de emoción, tecleó unas palabras y pulsó intro. Perfecto. Había cinco buscadores en la ciudad, seguro que alguno de ellos encontraba a su hija.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para que luego digan... las nuevas tecnologías también sirven para cosas buenas.