jueves, 29 de enero de 2009

¿Déjà vu?

Después del disgusto del día anterior, Eva se propuso no quedarse sin tila de nuevo. Se pondría un Post-it en la puerta de la calle y el lunes iría a comprarla. De momento trataría de no alterarse.

Buscó en su escritorio. Abrió los cajones. Nada. Junto al ordenador tampoco. ¿En los cajones del dormitorio? Nada. Encima de la tele tampoco. En la encimera de la cocina no. Ni al lado del teléfono.

En la nevera resaltaba un pequeño rectangulo de color amarillo fosforito. Menos mal. Aunque estaba usado seguramente podría escribir algo por detrás. Mala suerte: estaba escrito con un rotulador que traspasaba el papel. Ponía "comprar Post-it y tila".

En el bar de punkis de abajo no tenían tila.

3 comentarios:

Genucla dijo...

Ya era hora de pasar al Bloody Mary :-D

Anónimo dijo...

En el bar de abajo lo que igual hubiera encontrado era post-it jejejeje

Anónimo dijo...

Ya me imagino yo cómo consiguió, por fin, relajarse Eva en aquél bar de punkis. Sin duda, Eva cambiaría de por vida la tila por el té con hierbabuena.