miércoles, 9 de julio de 2008

El cartero en el bar

Ya se había quedado sin cartas que repartir y sólo eran poco más de las diez y media de la mañana. Se metió en una cafetería y pidió un zumo de naranja. Mientras se lo exprimían se acercó a la máquina de tabaco y metió unas monedas. Pulsó un botón. Producto agotado. Pulsó el de al lado. Producto agotado. A ver si de otra marca. Producto agotado. Metió otras pocas monedas y sacó un paquete de rubio.

Se bebió el cigarro mientras se fumaba el zumo. No le supieron bien ninguna de las cosas. No tenía dinero para un bocadillo y el del bar no fiaba ni a su hermano siamés -si lo tuviera-. Menuda puta mierda de día. Y a ver cómo se tomaba el jefe que le hubieran robado la moto de reparto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece que estoy espeso estos días. Hoy me ha llamado la atención de que se fumara el zumo y se bebiera el tabaco el menda... No se si eres así de original o que! pero tu sigue... sigue... sin parar