sábado, 12 de julio de 2008

Campamento de verano

¡Qué pocas ganas tenía de quedarse el verano en la residencia! Todos los años anteriores se había ido con sus padres de vacaciones a la playa, a la montaña, a Europa... Le encantaba ir con sus padres, no como los demás chicos de clase, y nunca se había avergonzado de ellos.

Y, sin embargo, ahora que se encontraba a las puertas del verano, se sentía como una completa mierda. Este año tocaba mezclarse con chicos y chicas de toda España y que parecían aún más desilusionados que él ante las perspectivas de pasar juntos el verano. Lo que peor llevaba de todo era tener que aceptar que jamás podría volver a caminar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El no escribir comentarios, no significa que no leo todos los dias tus relatos... Tu sigue asi, alegrandonos el día