domingo, 1 de julio de 2007

Violetas

Jules no había viajado mucho, así que estaba muy nervioso en la estación de tren. Su aspecto era el de un jubilado que se iba de viaje organizado a algún destino de playas masificadas. Pero no era así. Iba a Irún para después enlazar con otro tren que le llevaría a Tolouse. Siempre quiso probar los caramelos de violeta.

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