lunes, 30 de julio de 2007

Destellos

Los elementales del fuego seguían disfrutando de su vida ajenos a las desdichas de los hombres. Al fuego debían su existencia y los problemas de los humanos les eran tan extraños como a éstos la posibilidad de encontrar la plenitud en una vida tan efímera.

El tiempo sólo existe en la mente ociosa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

en mala hora deskubrió el hombre al fuego.oo