lunes, 23 de julio de 2007

π rad

Existían ambos en puntos diametralmente opuestos de la esfera del modo que el universo para cada uno de ellos era todo salvo el otro. Cada ser era consciente de la semiesfera que se proyectaba a su alrededor. Así, consultando a cualquier otro ser de cualquier punto de su semiesfera, podían llegar a conocer toda la esfera salvo aquel infinitesimal diametralmente opuesto.

Así se explica que Dios no le conociera ni el a Él tampoco.

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