jueves, 19 de junio de 2008

Ojos en la oscuridad

Dos ojos le miraban desde la oscuridad. No podía verlos pero estaba completamente seguro de su presencia. Desde pequeño le asustaba la oscuridad y, aunque con el paso de los años había conseguido aparcar sus miedos, esa noche estaban saliéndosele con toda su furia. Justo esa noche, en la que había conseguido traerse a Lucía a casa.

Lucía respiraba unos metros por detrás, apoyada en el quicio de la puerta. No quería asustarla. Tampoco quedar como un cobarde. Así ella no se quedaba sola en la oscuridad. Ni linternas, ni mecheros, ni cerillas. Nada. No había nada.

Y en la sombra seguían esos dos ojos. Recordó cuando, de pequeño, sintió su mordida. Miró a la muerte a los ojos pero ella se dio la vuelta. Y ahora, casi veinte años después, volvía a enfrentarse a ellos, en el sótano, completamente a oscuras.

Lucía le preguntó que si estaba bien. Contestó que sí, que no se preocupara y que pronto habría acabado todo. Se topó con la pared y la fue recorriendo lentamente hacia la derecha hasta tropezar con la lavadora. Su corazón estaba a mil. Agarró la lavadora y tiró de ella varias veces hasta separarla de la pared. La sangre golpeaba sus oídos. Se mareó y acuclilló. A pocos centímetros estarían los ojos, mirando, esperando lanzar su dentellada y esta vez acabarían con él.

Acercó la mano, temblando. Las yemas de sus dedos tocaron polvo y telarañas. Y algo frío. Y algo que olía a cuerno quemado. Aguantó la respiración y alargó la mano un poco más.

Sus dedos se cerraron en torno a una cabeza aplanada y rígida. No lo pensó más y tiró hacia fuera. El mundo se detuvo.

-Ya está, Lucía. Ahora subo -se secó el sudor de la frente con la cintura de la camiseta. Respiró hondo para calmarse y volvió hacia la escalera. Encontró el interruptor general y volvió la luz. Sólo entonces se acordó de que al saltar los plomos por la lavadora el enchufe se había quedado sin electricidad y no podía dar calambre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eres un GENIO (en mayusculas. Mantienes el suspense hasta el final. Me imaginaba algo enorme agazapado en algun lugar dispuesto a atacar. Cómo le das la vuelta al relato!!!