martes, 24 de junio de 2008

El mejor amigo del hombre

Esta vez se había pasado con la loncha de queso. Casi era un cubo más que una lámina, tan gruesa, o más, que las rebanadas de pan de molde que la envolvían. La verdad es que tenía un aspecto de lo más apetitoso. El calor había ablandado el queso pero no era tan fuerte como para hacer que sudara y desprendía un olor a cheddar irlandés curado que quitaba el hipo. Y el pan... para el pan se había dado el capricho de comprar un paquete de esos de siete semillas o algo así -ya no se acordaba- pero que estaba lleno de pipas, granos de trigo y otras chorradas que olían de vicio.

Luego estaba la botella de gran reserva. No era un rioja, ni falta que le hacía, pero un excelente vino añejo, de una buenísima añada de finales del siglo pasado (de hacía ocho años). La temperatura era perfecta, hacía un día primaveral y la botella dejó escapar su aroma en cuanto la descorchó. La dejó airearse unos minutos a la sombra y contempló el parque. Los del ayuntamiento habían hecho un buen trabajo con el merendero. Se levantó a por el periódico seguido de un Toby que movía frenético el rabo.

Bonifacio, el quiosquero, estaba de muy buen humor. Había venido su hija desde Sevilla a visitarle por sorpresa con el nieto y se iba a quedar una temporada mientras duraba la separación. Qué bien volver a tener una mujer en casa. Ya hacía tres años largos que había quedado viudo. Se despidieron y José volvió a la mesa. Toby le vio llegar y bajó de un salto de la mesa con el rabo entre las piernas para observarle desde la seguridad de las patas de hierro. No, no podía estar pasando lo que se imaginaba que estaba pasando. La botella estaba tumbada y había dejado un charco oscuro sobre la arena. El papel de aluminio que envolvía al bocadillo estaba destrozado por la mesa y no se veía rastro del queso. Sin decirle nada a Toby, se acercó a la bolsa de mano y sacó el paquete de rebanadas de pan. Quedaba media botella de vino.

Cuando terminó de comer pan y vino se sentía muy feliz, acariciando la cabeza de Toby. Ciertamente era el mejor amigo del hombre. La levadura. Pan, vino y cerveza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que ha pasado??? el escritor se cansó de escribir? como es que hoy martes no hay nada escrito?? esto es inaudito, tengo el "mono"!!!!!! No me falles