jueves, 4 de diciembre de 2008

Romántica arqueología

A pesar de que la civilización actual parecía abocada hacia el colapso a nivel planetario y a una larga -¿eterna?- edad oscura, disfrutaba de su trabajo de arqueólogo. Era maravilloso descubrir un objeto que en su día pudo no ser más que una fruslería y ahora se había convertido en un bardo que contaba historias de la antigüedad cargadas de leyendas, verdades y supersticiones entretejidas en una hermosa historia que no quería desmentir.

Y aún así se seguía sintiendo como un gilipollas por haber perdido el iPod.

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