jueves, 11 de diciembre de 2008

Pútrido olvido

Yacía pudriéndose en medio del campo con el corazón partido en dos. Era otoño y llovía y ni el hombre que la había dejado tirada a unos metros del camino se acordaba ya de ella.

De sus semillas nació un hermoso manzano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

de algo pútrido y feo, siempre surge algo bello y hermoso