miércoles, 3 de febrero de 2010

Un trabajo demasiado bien hecho

El parque estaba casi vacío. Sólo unos pocos viejos dispersos en los bancos destartalados que aún quedaban en pie. Las cosas habían cambiado mucho estos años. Antes estaban llenos de gente bebiendo, fumando y trapicheando. Era joven, eran otros días. Allí se había pasado media vida, entre esa gente que ya no estaba. Había disfrutado como un enano, viviendo su doble vida, al margen de la ley.

¿Y ahora? Ahora, años después, su vida se había vuelto aburrida. Viejos, viejos y más viejos. Nada que hacer en el parque. Claro que no tenía la vitalidad de antaño, pero, Dios, ¡cómo echaba de menos esos días! Ojalá hubiera al menos un par de tíos pasando costo o algo. Se habría acercado, como antaño. Y les habría metido un par de balas en la cabeza.

Pero había hecho un trabajo excelente como vengador justiciero.

1 comentario:

Maria dijo...

Intriga hasta el último momento, deseando llegar al final para ver el desenlace, pero con cierta pena de que acabe el relato.
Muy bueno.
Un beso