jueves, 2 de octubre de 2008

Espectro

Cada cuatro días daba una vuelta alrededor de la casa. Cada seis, se acercaba a tocar la señal con el nombre del pueblo que había a la entrada del mismo. Cada doce días daba una vuelta rodeando al pueblo en el sentido de las agujas del reloj. Cada catorce hacía lo mismo en sentido contrario.

Una mañana de marzo Joe Wright encontró el cuerpo sin vida de aquel hombre del que todo el mundo recelaba. Nadie conocía su nombre y nadie quiso hacerse cargo del cuerpo.

Años después, los abuelos contaban a sus nietos terribles historias sobre aquel extraño que apareció un día de otoño de 1953 y se alojó en la antigua casa de los Warowski. Durante medio año, acompañando a los grotescos rituales que realizaba por el pueblo, sucedieron cosas muy extrañas -nunca se concretaba de qué cosas se trataba- hasta que un día aquel hombre apareció muerto.

Al pobre Peter Warowski no le fue bien su rehabilitación en la antigua casa familiar.

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