Una mañana de marzo Joe Wright encontró el cuerpo sin vida de aquel hombre del que todo el mundo recelaba. Nadie conocía su nombre y nadie quiso hacerse cargo del cuerpo.
Años después, los abuelos contaban a sus nietos terribles historias sobre aquel extraño que apareció un día de otoño de 1953 y se alojó en la antigua casa de los Warowski. Durante medio año, acompañando a los grotescos rituales que realizaba por el pueblo, sucedieron cosas muy extrañas -nunca se concretaba de qué cosas se trataba- hasta que un día aquel hombre apareció muerto.
Al pobre Peter Warowski no le fue bien su rehabilitación en la antigua casa familiar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario