Hasta en cuatro ocasiones había tenido que acercarse a la caja central por culpa de la chica que le había sellado la garantía del microondas. Ya estaba harto, esta quinta iba a ser la última, no iba a pasarse toda la semana yendo y viniendo de casa al súper -con los kilómetros que suponía- sólo por no saber dejar las cosas claras.
Después de aparcar fue directo a la caja central. Estaba la chica de la otra vez. Perfecto.
Volvía feliz a casa. Lo había conseguido. Cenaban juntos el viernes.
Después de aparcar fue directo a la caja central. Estaba la chica de la otra vez. Perfecto.
Volvía feliz a casa. Lo había conseguido. Cenaban juntos el viernes.
1 comentario:
Ya otra vez me has engañado!!!! Genial!!!
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