Podía haber sido por mil motivos diferentes, pero Sonia Peláez por idiota se rapó la cabeza. Algunos se la rapaban por ideología -si así se podía denominar a la falta de la misma-, otros por comodidad -su amigo Fran se la afeitó después de media vida con melena-. Los había que entraban en el ejército y los que se habían contagiado de piojos. Incluso Álvaro se había metido a Hare-Krishna. Pero ella, ella se la había rapado por idiota. Claro, como era idiota, no entendía por qué la Ley 69/2010, de 28 de diciembre, obligaba a los apedillados Domínguez, González, Gutiérrez, Narváez, Peláez y Sáez a afeitarse la cabeza bajo pena de cárcel.
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2 comentarios:
Pobre inocente, más que por idiota, por inocente. En fin... eso sucede por: "donde va Vicente? donde va la gente"
Un beso
Interesante relato, cada uno que saque sus conclusiones.
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