Papá había plantado la semillita en el jardín de mamá. Y pronto tendría otra hermanita. Al principio eran muy felices o eso parecía, viéndola crecer juntos. Pero luego se enteró el abuelo, que no aguantaba a papá y que le robara a mamá y tuvieron una bronca muy grande. Mamá lloró, papá gritó y el abuelo más. Y se marchó dando un portazo.
Pasaron unas semanas y dos señores con capas verdes llamaron a la puerta. Papá se puso blanco y entraron y después de decir unas cosas gritando y luego en voz baja, al final nos fuimos todos en su coche a la casa esa de las afueras que tiene un muro alrededor.
Con el paso de los años me enteré de que papá estuvo en la cárcel porque el abuelo se chivó a la Guardia Civil de que plantaba marihuana.
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1 comentario:
Genial, suspense hasta el final. Imaginación total!!!
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