Se acababa de despertar de una noche de sueño muy reconfortante. El sol comenzaba a borrar la escarcha que blanqueaba los campos y prometía calentar el día a lo largo de la mañana. Era uno de esos días preciosos que uno llegaba a disfrutar desde las últimas horas del alba hasta que la luna llena dominaba los cielos.
Estaba bien jodido. Se había vuelto a dormir durante una guardia.
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1 comentario:
Un pesimista diría,: vés siempre hay algo que fastidie lo bueno y el optimista en este caso diría, como ha disfrutado tanto con el día tan precioso se durmió de placer y relajación.
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