Las setas crecían por todas partes. Era increíble cómo se había puesto el bosque desde la última vez que estuvo. Años atras crecían unas por ahí, otras por allá y era bonito el paseo entre seta y seta.
Pero ahora, el bosque -o mejor dicho, lo que quedaba de él- parecía un cultivo industrial. Hileras de setas, casi todas iguales, se estrujaban entre sí y se veían los tocones de árboles talados con otras distintas que nunca había visto- que crecían en la parte alta.
Era horrible. Estos pitufos iban a pagar cara la burbuja inmobiliaria.
viernes, 27 de febrero de 2009
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2 comentarios:
Pobres pitufiños :(
Buena observación. Tanta seta agobia
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