Por la radio habían anunciado fuertes nevadas y temperaturas muy bajas. No era momento para coger el coche y tirar millas pero era un día irrepetible y Paula no se lo pensó más. Abrió el coche, pensó en su hijo y arrancó. Condujo muy despacio por las calles casi desiertas y finalmente se incorporó a la interestatal.
A lo lejos, sonaba una sirena. Acababan de detectar su fuga.
A lo lejos, sonaba una sirena. Acababan de detectar su fuga.
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