A ver qué cojones escribo ahora... Probablemente con otras palabras, pero ese era el pensamiento que copaba su mente. Hasta ese momento había ido haciendo su trabajo de una manera más o menos rutinaria, académica. Pero ahora sentía el impulso vital de expresarse a través de sus obras, de dejar un legado atemporal, eterno. De hacer algo hermoso, fuera de las leyes físicas que regían el Universo.
Y, en un torrente de genial inspiración, Bach comenzó a describir a Dios como nunca se había logrado.
Y, en un torrente de genial inspiración, Bach comenzó a describir a Dios como nunca se había logrado.
1 comentario:
Muy potito, me ha llegado.
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