Ya se había quedado sin cartas que repartir y sólo eran poco más de las diez y media de la mañana. Se metió en una cafetería y pidió un zumo de naranja. Mientras se lo exprimían se acercó a la máquina de tabaco y metió unas monedas. Pulsó un botón. Producto agotado. Pulsó el de al lado. Producto agotado. A ver si de otra marca. Producto agotado. Metió otras pocas monedas y sacó un paquete de rubio.
Se bebió el cigarro mientras se fumaba el zumo. No le supieron bien ninguna de las cosas. No tenía dinero para un bocadillo y el del bar no fiaba ni a su hermano siamés -si lo tuviera-. Menuda puta mierda de día. Y a ver cómo se tomaba el jefe que le hubieran robado la moto de reparto.
Se bebió el cigarro mientras se fumaba el zumo. No le supieron bien ninguna de las cosas. No tenía dinero para un bocadillo y el del bar no fiaba ni a su hermano siamés -si lo tuviera-. Menuda puta mierda de día. Y a ver cómo se tomaba el jefe que le hubieran robado la moto de reparto.
1 comentario:
Me parece que estoy espeso estos días. Hoy me ha llamado la atención de que se fumara el zumo y se bebiera el tabaco el menda... No se si eres así de original o que! pero tu sigue... sigue... sin parar
Publicar un comentario